Los cambios en la vida a partir de la nueva normalidad
Una reflexión personal
Nuestras vidas ha cambios significativamente para la humanidad, las condiciones de salud han repercutido en todas las demás áreas de nuestra vida; la social, la económica, educativa y laboral.
Pero esto ha afectado no solo a los profesionistas, familias completas ha cambiado su dinámica para afrontar de la mejor manera posible el confinamiento y todas sus consecuencias.
Los cambios tecnológicos
Una computadora se ha vuelto artículo de primera necesidad al igual que un teléfono inteligente, desde donde controlas, entre otras cosas, tus finanzas.
El internet es ahora lo que hace muchos años era el correo y el teléfono, las personas de más de 50 años, han vivido en carne propia los cambios más radicales en cuestión de interacción y comunicación con los demás.
Y ni hablar de los cubre bocas, hace algunos meses, nos alejábamos de alguien que usara el cubre bocas; ahora lo hacemos de quien no lo usa.
Padres que además de trabajar y atender la casa, ahora tienen que apoyar a sus hijos en las clases digitales, han tenido que aprender a utilizar las plataformas digitales, el chat en grupos, el e-mail y hasta aplicaciones en las que los estudiantes tienen que trabajar.
Los cambios en la convivencia
La convivencia diaria nos ha enseñado que tenemos que ser tolerantes, organizados y administrados con nuestro tiempo y nuestros recursos; pero también nos ha permitido reducir nuestros gastos, al menos de transporte.
El tiempo cobra un significado diferente, sin darnos cuenta, ahora tenemos “tiempo de más”, aquel que se gastaba en trasladarse de un lugar a otro, ahora está a nuestra disposición.
Si no quieres salir, prácticamente puedes recibir lo que quieras en la puerta de tu casa; los servicios los puedes pagar por medio de tu teléfono inteligente.
Quizás ahora tengas tiempo para salir a caminar, ver una película o concierto desde la sala de tu casa o simplemente disfrutar un atardecer…
Lo bueno es que hay muchas cosas que han sufrido cambios para bien, para hacernos sentir más humanos y valorar lo verdaderamente importante, lo malo, es que hemos de vivir así, a partir de ya y de manera permanente.